Esta afirmación está presente en las personas sexalescientes y quizás debamos de poner en práctica todos. No perder esa ansiedad de descubrir cosas nuevas, realizar actividades al aire libre y la alegría de la adolescencia debe estar presente en cada día de nuestras vidas.
Disfrutar de la vida a cualquier edad debe ser la premisa en nuestras vidas y ahora existe una generación de adultos mayores que se la tomado muy enserio y viven la vida como si fueran adolescentes. No se comportan como el típico abuelo, aunque les gusta compartir con sus nietos.
Un ejemplo de ello es la película Mi abuelo es un peligro, donde Robert De Niro se atreve con todo y a sus 74 años se convierte en el abuelo más simpático, fiestero y descarado que Zac Efron puede imaginar. Los protagonistas –abuelo y nieto- comparten un viaje a Florida, y en este recorrido por carretera descubrieron las personalidades de cada uno. En esta peli nada es lo que debería ser y busca romper esos prejuicios que todos tienen con respecto a la vejez.
Generalmente, los llamados sexalecentes son mayores a 60 años y su comportamiento y actitud es tenaz, audaz, llena de vigor y vitalidad ante la vida. Realizan actividades deportivas, van a gimnasios, a entretenimientos al aire libre. Buscan nuevos lugares para divertirse, bailar y mantenerse conectados socialmente. En fin… ¡Tienen mucho ánimo y energía!
Esta generación activa nunca se lamentará por un dolor muscular o por algún malestar. No viven pensando en la muerte como algo cercano, más bien se sienten cada día más jóvenes y fuertes.
Es una nueva forma de asumir la vejez por el adulto mayor, pues los cambios que experimenta el cuerpo como resultado del paso del tiempo, tanto los morfológicos como fisiológicos; son vistos de otra manera y no tiene tanta importancia como se le solía dar antes. Este tipo de personas está cambiando el concepto a nivel social de lo que es envejecer.
No cabe duda que ver un abuelo de ahora es totalmente diferente a los abuelos de hace 50 años atrás. La calidad de vida y la longevidad han dejado a un lado las teorías tradicionales que se conocían en el proceso de envejecimiento. Estudios -psicológicos- recientes de la OMS que tienen que ver con las transformaciones que han sufrido los seres humanos en el área cognitiva y la personalidad explican este fenómeno también llamado la segunda adolescencia.
También hay que tomar en consideración los avances medicinales y científicos que, cuando son utilizados conscientemente en beneficio de la salud, mejoran y prolongan el buen vivir.
Es así como llegado los 60 años el adulto mayor entra en una especie de ciclo de vida nuevo. Donde acompañado de la madurez puede alcanzar todo aquello que desea. Sin duda estamos participando de un cambio generacional en el que la salud emocional tiene una gran importancia e influencia sobre el resto de nuestra vida.
Es así que el nuevo adolescente puede vivir de acuerdo a sus fuerzas y actitud ante la vida. Asume una actitud de reto e independencia. Para reconocer a un sexalescente los portales del Clarin y PSonrie nos explican que debemos estar atentos a las siguientes señales:
Siempre están activos en la sociedad.
Tienen y se sienten con mucha motivación.
Se establecen nuevos retos en la vida, como aprender un nuevo idioma, estudiar.
Nunca se aíslan en una habitación siempre están presentes en su familia.
Quieren mantener actualizados todos sus conocimientos.
Tienen muchos proyectos de vida.
Tienen mucho interés en las nuevas tecnologías y aprende no solo a usarla sino a obtener beneficios de ella.
Cuidan su salud, intentan mantener una vida saludable física y mental.
Quieren vivir nuevas experiencias, enamorarse de nuevo, por ejemplo.
Manifiestan un gran placer al sentirse productivos, trabajan, algunas veces buscan desarrollarse en aquellas áreas con la que siempre soñaron.
Estos “eternos jóvenes” de espíritu, se sienten plenos, integrados, autónomos, motivados y más que nunca comprometidos con la vida. Con esta actitud les enseñan a las nuevas generaciones a no tener miedo a la vejez. Están introduciendo una manera nueva de ver la vida cuando se llega a los 60 años.
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