top of page
ijamileth

Diabetes en personas mayores

Según la OMS la diabetes es “una enfermedad crónica que aparece cuando el páncreas no produce insulina suficiente o cuando el organismo no utiliza eficazmente la insulina que produce. La insulina es una hormona que regula el azúcar en la sangre. El efecto de la diabetes no controlada es la hiperglucemia (aumento del azúcar en la sangre), que con el tiempo daña gravemente muchos órganos y sistemas, especialmente los nervios y los vasos sanguíneos.”

Explicado claramente lo que es la diabetes, tenemos que saber que esta enfermedad se ha convertido en un problema global con tendencia a seguir en aumento y que ella se da en mayor porcentaje en las personas de más de 65 años, haciendo un pico brusco a partir de los 75. Por eso, en la Semana de la Conciencia sobre el Azúcar hemos querido dedicar nuestro espacio a entender un poco más esta enfermedad. ¿Cuáles son los factores que incrementan su padecimiento? ¿Cómo afecta al adulto mayor? Y si se puede prevenir o no.


Existen tres tipos de diabetes. Una gestacional, que se da durante el embarazo y que muchas veces desaparece a los pocos meses de dar a luz. Y las diabetes Tipo 1 y 2; en el caso de la primera suele aparecer con mayor frecuencia en la infancia o la juventud, aunque es posible que se manifieste más tardíamente. Las personas que la padecen necesitan inyecciones diarias de insulina para controlar sus niveles de glucosa en sangre.


Diabetes tipo 2. Es la más común, pues del 85% al 90% del total de los casos que se detectan son de este tipo, según datos de la Fundación para la Diabetes. Cuando se sufre diabetes tipo 2, el organismo puede producir insulina, pero no lo hace en la cantidad adecuada o no es capaz de responder a sus efectos, lo que provoca la acumulación de la glucosa en la sangre. En un principio, los pacientes no requieren insulina para sobrevivir, aunque a menudo acaban necesitándola. Suele aparecer en adultos, muchas veces con obesidad o hipertensión. En ocasiones, tarda años en diagnosticarse porque pueden no existir síntomas que alerten de este problema.


El factor genético o hereditario es muy importante en la posibilidad de padecer esta enfermedad. Si se tiene un padre o madre con Diabetes hay una alta probabilidad de sufrir esta patología. Otro de los factores que inciden en este tipo de diabetes es el estilo de vida. Si se es una persona sedentaria y con una dieta desequilibrada, hay un mayor riesgo de padecerla. Por eso la prevención en esta enfermedad desempeña un papel muy importante.


Por ser la diabetes tipo 2 la que ocurre con mayor frecuencia en la tercera edad, dedicaremos nuestro espacio a explicar un poco más de ella. Los síntomas son leves y suelen confundirse con el propio envejecimiento. Hay que estar atentos si se presentan algunos síntomas como:

  • Sentirse cansado y fatigado.

  • Adelgazar sin motivo.

  • Ganas de comer en exceso o sed.

  • Orinar con frecuencia.

  • Problemas de visión como ver borroso.

  • Infecciones recurrentes.

  • Dificultad para curar moretones o cortadas.

  • Zonas de piel oscurecidas, habitualmente en las axilas y el cuello.


La forma más certera de diagnosticar esta patología es a través de los análisis de sangre para conocer los niveles de azúcar en ella. Unos niveles superiores a 200 mg /dl, detectan una diabetes.


Recomendaciones

Si ya ha sido diagnosticado o posee algún familiar con esta enfermedad le recomendamos mantener la glucosa a niveles controlados, midiendo diariamente o varias veces por semana los niveles de glucosa en sangre con un glucómetro. Llevar una alimentación saludable y controlar el peso es de vital importancia. Saber qué cantidades de grasa, proteína y carbohidratos son los adecuados para su dieta y en qué horario consumirlos también forma parte de ese bienestar.


Realizar actividad física regular, ayudará a conservar bajos los niveles de azúcar en sangre y regular el peso, además de mejorar la circulación y presión arterial. Como ya hemos hablado en nuestro blog los ejercicios ayudan no solo a tener un buen nivel de energía, sino a gestionar mejor el estrés. Cuidar la salud emocional es vital para la mejora de cualquier padecimiento o simplemente hacer más llevadera la enfermedad. Y por supuesto tomar los medicamentos orales o inyectados indicados, si es necesario.


Por último, queremos destacar que la diabetes tipo 2 en muchos casos se puede prevenir o al menos retrasar, si se tiene en cuenta aspectos de mejora en el estilo de vida, una buena alimentación, ejercicio físico para evitar el sedentarismo, peso adecuado y buen estado emocional.


"Más de un siglo de experiencia brindando asistencia a la tercera edad" nos permite poder hablar a vos con la mayor sinceridad...

Comments


bottom of page