Una nueva ola de frio polar se espera para este finde en Uruguay y ya para este jueves comenzarán a sentirse las bajas temperaturas. Por eso hoy hemos querido dedicar nuestro blog a los cuidados que se deben tener con los adultos mayores cuando se presentan muy bajas temperaturas.
Si bien todos debemos protegernos, es necesario brindar especial atención a la población más vulnerable y ellos son nuestros ancianos y niños. Son los más propensos a sufrir de hipotermia pues con el paso del tiempo y al llegar la vejez el sistema termorregulador del cuerpo se va alterando, lo que no permite sentir los cambios bruscos de frío o calor.
La hipotermia es la temperatura corporal por debajo de los 35 grados, lo cual afecta todo nuestro sistema causando somnolencia, debilidad y pérdida de coordinación, entumecimiento de brazos y piernas, confusión, temblor incontrolable, piel pálida y fría, además de frecuencia cardíaca y respiratoria lenta.
Si una persona presenta estos síntomas, se debe solicitar atención médica urgente y mientras se aguarda la asistencia, lo ideal es trasladarla al área más cálida de la casa. Ayudar colocando mantas en forma envolvente, cubrir el cuello y la cabeza. De ser posible darle a tomar líquidos dulces y calientes.
La disminución en la temperatura ambiente sumada a la falta de percepción de ese cambio puede provocar enfriamientos, resfriados o gripe, por eso es necesario tomar en consideración las siguientes recomendaciones que pueden ayudar a nuestros mayores y su estado de salud.
Evitar los cambios bruscos de temperatura. A la hora de salir a la calle, o incluso al cambiar de una habitación a otra, hay que vigilar esos cambios.
Abrigarse bien. La ropa es una de las principales protecciones frente al frío. Vestir por capas es una buena fórmula de poder ajustar la temperatura al cambiar de espacios.
Cabeza, pies y manos son las principales partes a proteger frente al frío. Un mal calzado, descuidar el calor que se pierde por la cabeza u olvidarse de cubrir las manos, es muy perjudicial para la salud.
Evitar salir a la calle durante las horas donde la temperatura es más baja si no es necesario.
A estos consejos se le suman otros que también son útiles, como seguir una buena dieta alimenticia con alto contenido en grasas y azúcares que aporten para combatir el frío (legumbres, sopa, etc.), eligiendo frutas, verduras y hortalizas de temporada.
Beber líquidos calientes y azucarados en abundancia, incluyendo agua, siempre que no exista contraindicación médica.
Evita el consumo de bebidas alcohólicas, puesto que aumentan la pérdida de calor corporal.
Y realizar actividad física en casa, ya que ayudan a mantener el calor en el cuerpo y activan la circulación.
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