No porque se llegue a la vejez se puede pensar que no se experimentan emociones con la misma intensidad que cuando se es joven. Es más, en el portal web Infomed aseguran que “existe una fuerte evidencia de que la experiencia emocional negativa se da en mucha menor frecuencia a partir de los 60 años. Así, a esas edades, existe más expresión de felicidad”. Para nosotros en el Hogar Schiaffino la alegría y las emociones se manejan mejor en el adulto mayor porque existe mucha más madurez afectiva.
Si los adultos mayores mantienen relaciones cercanas con sus familiares y amigos y estas son sanas ellos van a ser más felices y más saludables que las personas menos sociales. Definitivamente los contactos sociales son beneficiosos para la salud y la felicidad, y no estamos hablando de ser socialmente activo o tener muchos amigos, sino de calidad en las relaciones que se tienen.
Muchas veces hemos escuchado la frase “debemos orar por una mente sana en un cuerpo sano”. La verdadera felicidad en personas mayores sólo se puede lograr cuando su mente está en paz, una actitud positiva ante la vida es muy importante a la hora de hacer frente a cualquier situación.
Una persona será más alegre y feliz en función de lo que entiende ella por estos dos sentimientos, dependerá de sus circunstancias vitales, su estilo de vida y su personalidad.
¿Cómo hacer a un anciano más feliz y alegre?
Lo principal es adoptar actitudes positivas frente a ellos, no importa la situación que viva. Tener gestos de cariño y escuchar sus vivencias también les agrada.
Ahora que comenzamos el mes de la nostalgia está bueno mirar fotografías y recordar momentos vividos en familia, ¡esto les encanta! Se lo decimos por experiencias vividas el año pasado en nuestras retro terapias.
A ello le podemos sumar regalarse un masaje, salir al cine o a tomar un café con los amigos y familiares. Otro de los factores que se deben considerar es hacerlos participes de las actividades que se hacen en casa, pues sentirse útil y activo es una de las principales metas al llegar a la vejez, no se quiere ser una carga y se quiere colaborar en lo que pueda.
Un poco de perdón y no guardar rencor a nadie son de gran ayuda para superar las adversidades y los tropiezos de la vida. Verás que ello provoca una mejoría en las emociones, haciendo sentir al adulto mayor más seguro, confiado y feliz.
La idea de “ser feliz” y “alegre” implica buscar buenos momentos cada día y sonreír lo más que se pueda. Seguir adelante y dejar de lado las emociones negativas y los remordimientos nos permite comenzar de nuevo.
La mayor alegría es vivir, aunque esto signifique cansancio y hasta dolor por una enfermedad. Todo lo podemos superar con una gran sonrisa.
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